Besa mi piel, no temas más por nada,... Perdón, la emoción.
Es una de mis canciones favoritas. No digamos el vídeo. Vale, es sencillo, pero también es una absoluta genialidad. Lo único que le resta puntos es lo poco que se muestra el ombligo de Natalia, con lo que se esfuerza ella en enseñarlo.
Tacones de 37 cm. medidos escrupulosamente para la pitufita triunfita y una mini falda de las que producen vértigo para la que es, si no recuerdo mal, su primera experiencia como cantautora.
Pocos vídeos dan tanto con tan poco.
¡Quién fuera mini-mini falda!
NOTA:8/10.
